El viaje trashumante que cada año emprenden los rebaños y sus pastores en busca de los mejores pastos para sus ovejas son hoy, además de una Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de nuestro país, un importante atractivo a través de sus rutas y un reclamo con el que acercar a los consumidores la labor sostenible y en favor del medio ambiente y las zonas rurales, que realizan las ovejas en los territorios por los que transcurre su viaje.
Cada año, y desde tiempos inmemoriales, el fin del verano y la llegada del otoño supone, para cientos de pastores y sus ovejas, el inicio de un tiempo de cambio. Una época en la que los rebaños atraviesan España para buscar los mejores pastos con los que alimentarse. De esta forma, la trashumancia se adapta a las condiciones climatológicas de las distintas estaciones del año. De los verdes pastos de las montañas más templadas del norte y del este del país en los que las ovejas pasan sus veranos, en este tiempo los rebaños buscan las cálidas tierras del sur y del oeste de la península para pasar los estragos del invierno. Y todo ello a través de un peculiar viaje trashumante que es, hoy en día, un patrimonio cultural inmaterial que, a la vez, desarrolla una importante labor para el medio ambiente y la sostenibilidad del medio rural en el que habita y por el que transcurre su viaje.
La trashumancia y su importancia para el medio ambiente
¿De qué manera? La trashumancia es un patrimonio vivo que deja a su paso un importante patrimonio cultural y etnográfico a través de fiestas y tradiciones, artesanía popular ligada a esta actividad, la gastronomía o la tradición oral que le ha servido para que haya sido declarada en 2017 y por Real Decreto del Gobierno español como una Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de nuestro país. Pero no sólo eso. A su paso por las distintas cañadas y vías pecuarias, los rebaños trashumantes realizan una importante labor sostenible a través de la limpieza de los montes, con lo que se evitan incendios forestales, el aprovechamiento de los recursos naturales disponibles en cada región y son un motor económico y una fuente de recursos y empleo para un medio rural que atraviesa una situación agónica y que se va muriendo poco a poco.
Pero la importancia de la trashumancia va mucho más allá. Se trata de una forma de aportar un pequeño gran granito de arena a la lucha contra el cambio climático y para garantizar la biodiversidad del territorio, ya que a través de su lana y sus heces transportan y depositan en los prados durante su viaje trashumante semillas de diferentes plantas que después florecen para llenar de vida los montes y los campos. Pero, además, es la forma de los pastores para garantizar la máxima calidad de su carne. Los rebaños trashumantes son ovejas que se alimentan durante todo el año de pastos frescos, lo que garantiza las mejores condiciones de sanidad animal y de calidad del producto. A lo que se suma que son ovejas con una mayor esperanza de vida, ya que la alimentación y el ejercicio que realizan durante el viaje no se puede comparar con los rebaños que viven en establos sin apenas espacio y alimentados a base de pienso.
Rutas sostenibles para acercar la trashumancia a la sociedad
Con el objetivo de acercar esta actividad a la sociedad en general y mostrar al público la importante labor que desarrollan en el cuidado del medio ambiente y la calidad de sus productos, la trashumancia cuenta con actividades públicas, una fiesta y rutas a disposición de los más curiosos. De esta forma, durante este mes de octubre la Sierra de Madrid y sus vías pecuarias volverán a acoger el paso de los rebaños que culminarán con la tradicional fiesta de la trashumancia que se celebrará en Madrid el próximo 21 de octubre y que este año conmemora, además, una importante efeméride para los pastores, ya que se cumplen 600 años de la Concordia que autoriza el paso de las ovejas por las calles de la capital madrileña. Una fiesta en la que los consumidores podrán comprobar en primera persona, además de la labor sostenible que realizan, la excelente calidad de la carne de cordero a través de fiestas gastronómicas en distintos pueblos de la ruta como Guadarrama o Las Rozas con degustaciones de este producto y su infinita versatilidad para adaptarlo a todo tipo de platos, elaboraciones y recetas.
En este mismo sentido se desarrolla, durante el mes de noviembre, un interesante viaje de 24 días para acompañar un rebaño de 3.000 ovejas de raza Merina en su trashumancia desde Guadalaviar, en la provincia de Teruel, hasta la Finca de Plazuelas en la localidad jienense de Vilches. Un recorrido que transcurrirá por distintas provincias de Castilla La Mancha y que se realiza en colaboración con la Facultad de Veterinaria de Zaragoza para acompañar a los tres pastores que conducen el rebaño y conocer su labor, así como acercar esta actividad a la sociedad de las poblaciones por las que transcurre.
Se trata de rutas sostenibles que permiten al público y los consumidores de todas las edades conocer de primera mano una actividad fundamental para el medio ambiente y que produce una carne de la máxima calidad. Toda la información de los eventos y de estas rutas está a disposición del público en la sección de rutas sostenibles de nuestra web www.canalcordero.com