Cómo conservar bien la carne de cordero en casa
Una vez compras carne fresca, saber cómo conservarla correctamente es clave para mantener su sabor, textura y seguridad alimentaria. En el caso del cordero, una buena conservación permite disfrutar de un producto de calidad durante más tiempo, sin comprometer sus propiedades. Aquí te explicamos cómo conservar carne de cordero en casa, tanto si vas a consumirla pronto como si prefieres congelarla.
Refrigera correctamente si la vas a consumir en pocos días
Si has comprado carne de cordero fresca y piensas cocinarla en los próximos días, consérvala en la parte más fría del frigorífico, idealmente entre 0 °C y 4 °C.
- Mantén el producto en su envase original si está envasado al vacío o en atmósfera protectora.
- Si es carne al corte, guárdala en un recipiente cerrado o bien envuelta en film alimentario.
- Evita dejar la carne expuesta al aire o mal cerrada, ya que se oxida y pierde calidad más rápido.
En condiciones adecuadas, los cortes frescos pueden conservarse de 2 a 3 días. Las piezas enteras como pierna o paletilla aguantan un poco más que los cortes pequeños como chuletas.
Cómo congelar carne de cordero sin perder calidad
Si no vas a consumir la carne pronto, lo ideal es congelarla. Saber cómo congelar carne de cordero correctamente ayuda a mantener su textura y sabor al momento de descongelarla.
- Congela siempre la carne lo más fresca posible.
Divide las piezas en raciones individuales para facilitar su uso posterior. - Usa bolsas de congelación o recipientes herméticos, extrayendo el máximo de aire posible.
- Etiqueta el envase con la fecha de congelación y el tipo de corte.
La carne de cordero puede mantenerse congelada entre 6 y 9 meses sin perder propiedades, aunque lo ideal es consumirla antes para disfrutarla en su mejor momento.
Cómo descongelarla correctamente
Para preservar la textura de la carne, la descongelación debe ser lenta y controlada. Lo más recomendable es pasarla del congelador al frigorífico con al menos 12–24 horas de antelación.
Evita descongelarla a temperatura ambiente o con agua caliente, ya que esto favorece el crecimiento de bacterias. Tampoco se recomienda volver a congelar carne que ya ha sido descongelada.
Consejos extra para conservar mejor
- No laves la carne antes de guardarla.
- Si compras en grandes cantidades, pide al carnicero que te la prepare en porciones.
Los restos cocinados también pueden congelarse, siempre que se enfríen antes. - Revisa siempre la fecha de caducidad si se trata de producto envasado.
Conservar bien la carne de cordero no es complicado, pero requiere atención a los detalles. Así evitas desperdicio, mantienes la calidad y disfrutas del producto con seguridad y sabor.