El estómago de los rumiantes: todo lo que no sabías sobre su “multiestómago”
En el artículo “10 curiosidades sobre ovejas y corderos que te sorprenderán” ya tocamos brevemente este tema que hoy vamos a desarrollar: la digestión de los rumiantes.
Cuando pensamos en la digestión animal, solemos imaginarnos un sistema sencillo: los alimentos entran, se procesan en el estómago, se absorben nutrientes y listo. Pero en el caso de las ovejas (y otros rumiantes), el proceso es mucho más complejo… ¡y fascinante! Aunque a menudo se dice que tienen «varios estómagos», en realidad tienen un solo estómago dividido en cuatro compartimentos, que trabajan juntos como una máquina perfectamente sincronizada.
En este artículo te explicamos en detalle cómo funciona la digestión de las ovejas, por qué son unas auténticas expertas en reciclaje alimentario y cómo este sistema único les permite extraer el máximo valor nutricional del pasto.
La digestión de las ovejas: ¿tienen realmente cuatro estómagos?
No exactamente. Las ovejas no tienen cuatro estómagos, sino un solo estómago con cuatro compartimentos que cumplen funciones diferentes dentro del proceso digestivo. Este tipo de sistema se conoce como digestión rumiante, y permite a las ovejas aprovechar nutrientes de plantas muy fibrosas como el heno o la hierba fresca.
Estos compartimentos se llaman:
- Rumen
- Retículo
- Omaso
- Abomaso
Cada uno de ellos tiene una función concreta en la cadena digestiva, y juntos hacen posible que las ovejas transformen alimentos duros y ricos en celulosa en energía y proteínas que su cuerpo puede aprovechar.

Rumen: el gran tanque de fermentación
Cuando la oveja come pasto, este llega primero al rumen. Allí comienza un proceso biológico complejo en el que los microorganismos transforman la celulosa y otros carbohidratos complejos en ácidos grasos volátiles que el animal puede absorber y convertir en energía.
Este proceso es clave en la digestión de las ovejas y marca una diferencia importante respecto a otros animales herbívoros, como los caballos, que no pueden fermentar la comida de esta manera.
Retículo: el filtro inteligente
Sí, lo has leído bien: las ovejas mastican su comida dos veces. Esta acción se llama rumiación, y consiste en regurgitar pequeñas porciones del alimento parcialmente digerido (conocido como “bolo alimenticio”) para volver a masticarlas y triturarlas mejor. Este proceso no solo mejora la eficiencia digestiva, sino que también permite una mayor superficie de contacto para que los microorganismos del rumen puedan seguir descomponiendo la fibra.
Omaso: el gran extractor de nutrientes
Este paso demuestra hasta qué punto el sistema digestivo de estos animales está orientado al máximo aprovechamiento de cada bocado.
Abomaso: el estómago "real"
El abomaso es considerado el “estómago verdadero” de las ovejas, ya que cumple la función clásica de digerir químicamente los alimentos para su absorción final en el intestino delgado.
¿Te han resultado interesantes todas estas curiosidades? Si conoces algún otro dato de interés relacionado con el sector o el oficio de pastor, no dudes en compartirlo con todos nosotros.